Las autoridades francesas anunciaron hoy que se ha detectado un primer caso en una granja de la gripe aviar altamente patógena H5N8 que se ha estado propagando por Europa en las últimas semanas, en concreto en una explotación de patos del departamento de Tarn, en el sur del país.
El Ministerio de Agricultura indicó en un comunicado que el laboratorio de referencia confirmó ayer la infección de esa granja, ubicada en la localidad de Almayrac, en la que desde comienzos de semana se estaba investigando la fuerte mortalidad que sufría (2.000 de los 5.000 patos).
El Ministerio consideró que el papel de las aves migratorias aparece "preponderante" en la contaminación de esta granja, y recordó que el pasado día 27 ya se había detectado en el Pas de Calais, en el norte del país cerca de la frontera belga, el primer animal en Francia con esa misma cepa de la gripe aviar, en una partida de patos salvajes utilizados como reclamo para la caza.
Hizo hincapié en que este caso de la granja de Almayrac no tiene "ningún vínculo" con el episodio de gripe aviar que afectó al suroeste de Francia, y que obligó a suspender exportaciones.
De hecho, departamento de Agricultura reconoció que en estas nuevas circunstancias, Francia tendrá que someterse a las reglas de "regionalización" de la Organización Internacional de la Sanidad Animal (OIE) y no podrá recuperar, como se esperaba que ocurriera el próximo 3 de diciembre, el estatuto de país indemne de la enfermedad por el brote que tuvo el pasado año.
Es decir, que no podrán reanudarse las exportaciones que se habían tenido que suspender desde la epidemia del pasado año.
Para evitar la dispersión del foco, todos los animales de la granja infectada van a ser sacrificados y se está poniendo en funcionamiento una "zona de protección" en un radio de tres kilómetros alrededor y otra "zona de vigilancia" en diez kilómetros a la redonda, además de procederse a sacrificios "preventivos" en las granjas que tengan un vínculo epidemiológico.
Las autoridades francesas han endurecido, además, las reglas sobre la caza para hacer frente al riesgo de mayor propagación de la gripe aviar por las aves silvestres, en particular en lo que respecta al uso de animales de reclamo.
El departamento de Agricultura hizo un llamamiento a todas las partes implicadas, sobre todo veterinarios, ganaderos, cazadores, particulares con corrales y otros propietarios de aves, para "una aplicación sin fallas de las medidas de bioseguridad" y para que señalen cualquier muerte sospechosa.