Al cabo de cuatro meses de insistir sobre sus quejas, el Ayuntamiento “ha hecho caso omiso de ellas” y los comercios y vecinos siguen soportando malos olores y el terrible aspecto de la zona además de, según han manifestado, la existencia de ratas e insectos, con las consiguientes molestias.
Los comerciantes han renovado su petición al alcalde y al delegado de limpieza, pidiendo soluciones urgentes antes de que entre de lleno la época estival.
Según sus palabras, se sienten “desprotegidos” por la situación que están padeciendo y así lo expusieron ante los medios de comunicación, expresando también su temor de que, ante el tiempo que llevan con sus quejas, tienen la absoluta seguridad de que “desde el Ayuntamiento se les seguirá sin hacer ningún caso”.