En rueda de prensa para dar a conocer los resultados del Consejo Político de UPyD, que se celebró ayer en Madrid, Díez señaló que en su partido, como en todas “las organizaciones jóvenes y en todos los cuerpos vivos hay crisis de crecimiento y de ellas el organismo sale siempre fortalecido”.
Sobre la situación que vive su formación tras la salida del mismo de uno de sus fundadores Mikel Buesa y la apertura de expediente a catorce militantes, a los que se les ha apartado de militancia “cautelarmente”, indicó que no es que “niegue ni deje de negar” que hay una crisis e insistió en la fortaleza de un partido todavía “joven”.
En cuanto al primer Congreso del partido, que se celebrará el noviembre, Díez se mostró convencida de que será “un gran congreso, con mucho debate político” y un “punto de arranque e impulso extraordinario”.
Añadió que los expedientados están inmersos en un proceso en aplicación de unas normas que se aprobaron “entre todos"”en el seno del partido y que se aplican también –subrayó– “entre todos por igual”.
La Comisión de Garantías, agregó, elevará el informe preceptivo sobre estos casos, una vez escuchadas las alegaciones de los expedientados, y entonces se decidirá si son apartados del partido.
El Consejo Político de UPyD ha analizado los resultados de las últimas elecciones europeas y las ponencias que irán al Congreso de noviembre, que serán enviadas previamente a los afiliados.
Carlos Martínez Gorriarán, que ha sido el encargado de presentar la ponencia política, definió Unión Progreso y Democracia como un partido laico que aboga por un modelo de estado federal de tipo cooperativo, con las mismas competencias para todas las comunidades autónomas.
Alvaro Anchuelo, por su parte, presentó la ponencia económica, a través de la cual esta formación política defiende que se tomen medidas a corto y a largo plazo para salvar al sistema bancario y poder crecer de manera sostenible, respectivamente.
