El inmueble, de cinco plantas, se precipitó al suelo a última hora de este viernes, e inicialmente las autoridades reportaron la muerte de tres miembros de una misma familia y otras dos personas.
A lo largo del día de ayer, las autoridades recuperaron seis cadáveres más, lo que ha elevado el número de fallecidos confirmados a once.
Según la fuente citada por Geo, en el momento del accidente, más de 30 personas se encontraban en el edificio, por lo que la cantidad de fallecidos podría aumentar según avanzan las tareas de desescombro. Los bomberos y trabajadores de los servicios de rescate se trasladaron inmediatamente al lugar de los hechos, pero sus labores se vieron dificultadas debido a que la calle adyacente al bloque siniestrado es muy estrecha.
Un inmueble cercano al edificio derrumbado ha sido declarado peligroso y sus residentes evacuados, mientras que otra construcción contigua se encuentra en precarias condiciones y con numerosas grietas.
Las instituciones educativas públicas y privadas reabrieron ayer sus puertas en el valle norteño paquistaní de Swat tras la intensa operación del Ejército de los últimos meses, aunque fuentes oficiales estiman que la asistencia de estudiantes durante los primeros días será baja.
“Queremos transmitir que la situación está bajo control y vuelve a la normalidad tras la operación militar, pero es comprensible que la asistencia a las escuelas no sea alta al principio”, explicó a Efe el portavoz Zahid Bunairi, del gobierno de la Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP), a la que pertenece Swat.
Este valle fue el principal escenario de la operación a gran escala que el Ejército paquistaní lanzó a finales de abril contra la insurgencia talibán en el norte del país, tras romper el Gobierno un acuerdo de paz con los integristas.
Las autoridades iniciaron en julio el proceso de retorno de las personas desplazadas por el conflicto, a pesar de que se han producido combates y escaramuzas en algunos focos de resistencia insurgente.