Un jurado popular enjuicia desde este lunes a un hombre de 46 años acusado de matar a un joven de 22 y de herir de gravedad a su hermano en un tiroteo en la Zona Norte de Granada capital registrado el 9 de marzo del año pasado, después de que las víctimas "le pidieran explicaciones sobre la ocupación de una vivienda".
La Fiscalía ha solicitado un total de 20 años y medio de prisión para el acusado, que se encuentra en prisión provisional desde entonces y al que acusa de delitos de homicidio, tentativa de homicidio y tenencia ilícita de armas, según consta en el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press.
Será juzgado en la Sección Primera de la Audiencia junto a una mujer de 45 años, en libertad provisional por esta causa, para la que el Ministerio Público pide dos años de cárcel por un supuesto delito de encubrimiento pues, tras el crimen, habría ocultado una de las armas utilizadas en el tiroteo, entregándosela a un hermano del fallecido.
Los hechos se remontan a aproximadamente las 11,30 horas del 9 de marzo, cuando el fallecido, acompañado de un hermano y otro hombre, fueron con el acusado a la vivienda que le habían reprochado que hubiera ocupado, y se quedaron esperándolo en el rellano.
El acusado salió con un menor, que portaba un revólver, y actuando "de común acuerdo", "con la clara e inequívoca intención de causarles la muerte", iniciaron un tiroteo, en el que el hermano del fallecido pudo huir en primer lugar, con una herida en la mejilla por disparo, por la que sufrió "lesiones de especial gravedad".
El hermano fallecido también huyó con su otro acompañante a pie por las escaleras hacia un patio inferior, seguidos por el acusado y el menor.
La víctima realizó un primer disparo con una pistola que portaba, y luego, cuando huía "para repeler el ataque al que estaba siendo sometido", efectuó hasta dos tiros más, uno de los cuales alcanzó al acusado.
De los cinco disparos que este último efectuó, "al menos tres" de ellos "alcanzaron" a este joven, que también recibió un número "no inferior a seis" de tiros por parte del menor, "todos ellos en el recorrido que efectuó huyendo de sus agresores hasta unos 15 metros del portal de la vivienda, donde definitivamente cayó muerto".
Presentaba heridas por arma de fuego, producidas por disparos desde una distancia "superior a un metro", en ambas piernas y tórax derecho, brazo derecho y cabeza, que conllevaron que muriera tras una pérdida masiva de sangre.
Tras el tiroteo, entre el "gran número de personas" que acudieron al lugar, "y aprovechando la confusión del momento", la otra acusada, "auxiliada por varias personas que atrajeron la atención de los agentes de la Policía Nacional", cogió supuestamente la pistola que portaba el fallecido, "y que previamente había sido ocultada por una gorra", y la entregó a otro hermano del mismo.
No se procedió a la entrega del arma a la Policía Nacional hasta las 22,05 horas del día siguiente, "habiéndose limpiado con objeto de dificultar la investigación", mantiene el fiscal.