Aún sin apagarse el lacerante eco del “Estefanííía” proferido por un desconcertado Christopher en una mala noche, los expertos se afanan en explicar los cambios en los patrones de la infidelidad que Telecinco ha revelado por entregas con el programa La Isla de las Tentaciones en prime-time a una cándida España ávida de respuestas. La primera es que, y con esto se pone fin al tópico, los hombres y las mujeres buscan exactamente lo mismo en sus aventuras extraconyugales: pura y dura satisfacción sexual.
La psicóloga Carmen Rodríguez, perteneciente a la Sociedad Española de Sociedades Sociológicas, apunta desde San Fernando que en una relación hay tres pilares básicos, la atracción, la intimidad emocional y el proyecto de futuro. La falta de pasión es, habitualmente, lo que falla. Y, por muy bien que funcione una pareja en las otras dos facetas, complicidad y compromiso, sin pasión, las posibilidades de ser infiel se disparan exponencialmente.
De hecho, según los estudios estadísticos de Ashley Madison, el portal líder mundial de citas para personas casadas, el 44% de los adúlteros dice sentirse feliz, el 40% asegura que quiere a su pareja y el 55% tiene como objetivo prioritario mantener a la familia unida, refiere en conversación telefónica Lara Ferreiro experta en terapias de pareja y sexualidad. Pero una abrumadora mayoría, el 86%, busca algo radicalmente diferente fuera de casa. A ellos les gusta experimentar y ellas necesitan poner fin a la insatisfacción en la cama. A Fani, Rubén le parecía “un hombre de verdad”. La pasión es la clave.
“La mayoría de las mujeres no tienen falta de deseo, sino un conflicto con la pareja”, remarca Rodríguez. La cotidianeidad, las exigencias sociales, los cambios corporales y hormonales o simplemente la falta de química son los causantes. La revolución que la televisión nos ha revelado es que la mujer ha tomado conciencia de estos problemas y ha empezado a atajarlo. “Las mujeres se están reconstruyendo”, agrega. Y toman decisiones. Ser infiel es una de ellas.
La culpa, no obstante, juega aún un papel muy importante. Christoph Kreamer, responsable de Ashley Madison en Europa, remarca que tardan más en decidir, de manera que solo el 12% de las usuarias consuman en menos de una semana (en este porcentaje minoritario estaría Estefanía). Aunque hay que tomar los datos con prudencia. El sexo es tabú; la infidelidad, más todavía. El portal web contabiliza unos 34.616 usuarios en la provincia, gaditanos y gaditanas por igual, pocos con respecto a la población porque, explica Kreamer, los andaluces en general son más dados a relacionarse cara a cara.
Pero sí se atreve a proporcionar un perfil del infiel: de 37 años, en el caso de las mujeres; 36, en el de los hombres; con título superior e ingresos superiores a 36.000 euros. Concretamente sobre ellas, el portal Gleeden, similar a Ashley Madison, dibujaba hace un par de años un perfil de mujer infiel similar, en la treintena, urbana, con nivel medio de estudios y de izquierdas. Esto casaría igualmente con las conclusiones de la investigación del equipo liderado por el psicólogo malagueño Francisco Cabello, con el gaditano Francisco Javier del Río en sus filas: las que presentan más deseo son las mujeres que poseen estudios universitarios, son de izquierdas y no tienen ninguna creencia religiosa.
Quizás el perfil no encaje con Fani, pero ¿qué más da? Habrá que agradecerle siempre que nos haya abierto los ojos, hablemos de esto y se pulvericen estereotipos.