La historia del croata y el Sevilla, a pesar de la buena onda que entre ambos existen, comienza a alargarse más de lo debido. Muchos pudieran pensar que Rakitic se está haciendo de rogar con el fin de atar un contrato muy suculento para la próxima temporada, pero lo cierto es que la situación deportiva del equipo, en parte inesperada, ha llevado al croata y al propio club nervionense a esperar acontecimientos de cara a su renovación.
El capitán le ha declarado amor eterno a la entidad en más de una ocasión y para el sevillismo sería una gran desilusión que éste no ampliase su contrato, al menos con el fin de que en una presunta marcha dejara una buena partida económica en las arcas de Nervión. Con ello por adelantado, lo cierto es que la situación clasificatoria del equipo de cara a sus posibilidades reales de dar caza al Athletic y por ende tener derecho a disputar la previa de la próxima edición de la Liga de Campeones ha propinado un nuevo capítulo en esta extensa historia.
La situación es la siguiente. Disputar la fase de grupo de la Champions y optar a pasarla podría repercutir en unos 30 millones para el Sevilla. Además de saldar un presunto déficit ello podría repercutir en no tener la necesidad de vender en verano. Y por supuesto para el propio Rakitic disputar la máxima competición europea conllevaría un plus de motivación, además de lo económico si su renovación se diera en este idealizado marco. Habrá que esperar.