En declaraciones a EFE, Haidar, que llegó hoy a Portugal para recibir mañana una distinción de la Universidad de Coimbra, al norte del país, por su labor en favor de los derechos humanos, se mostró muy preocupada por el desmantelamiento, esta mañana, del campamento de protesta de Gdaim Izik, cerca de El Aaiún.
La activista consideró que esta acción supone un paso "atrás" para la resolución del conflicto y describió un panorama desolador por lo sucedido allí.
Haidar lamentó que los enfrentamientos contra las milicias marroquíes se saldaron con la muerte de un saharaui así como "muchos heridos y desaparecidos" y la destrucción del campamento de Gdaim Izik, donde vivían cerca de 25.000 saharauis en unas 7.000 jaimas.
Las autoridades de Marruecos informaron de la muerte de dos agentes y setenta heridos durante la operación, mientras que el Frente Polisario confirmó al menos un fallecido y centenares de heridos.
"El Consejo de Seguridad (de la ONU) tiene que actuar y presionar a Marruecos en defensa de los derechos humanos del pueblo saharaui", pidió la activista.
Haidar dijo no tener conocimiento de la reunión anunciada hoy entre el Frente Polisario y Marruecos para reanudar el proceso de negociación sobre la soberanía del Sahara Occidental y señaló que su mayor preocupación en este momento es lo que está sucediendo en el campamento.
Aminatu Haidar estuvo 32 días en huelga de hambre el pasado año después de que las autoridades marroquíes le denegaran el permiso para entrar en El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, a su regreso de un viaje a Nueva York (EEUU).