Bajo este epígrafe se esconde la verdadera intención de Dogo, que no es otra que la de profundizar en las baladas y los medios tiempos para llegar al rock más puro y potente, utilizado con maestría en su etapa con Los Mercenarios.Dogo y Los Mercenarios se funda en el año 1985 y en poco tiempo se convierte en una de las bandas de punk-rock más importantes del país.
Los primeros Mercenarios que acompañaron a Dogo fueron Juanjo Pizarro, Miguel Ángel Suárez y J. M. Cucharín, pero por la banda pasaron en diferentes etapas, entre otros, músicos de la talla de Antonio Smash, El Loren, J. Arispont, Charlie Cepeda, J. L. Suero, R. Pachón, R. Gálvez y El Sevillano, como soldados de fortuna.
Bajo el nombre de Dogo y Los Mercenarios grabaron tres discos que ya forman parte de la historia de la música española: Ansia en 1986, Llueve en Sevilla en el 88 y Mala reputación en el 90.A lo largo de los años posteriores la continuidad del proyecto mercenario estuvo condicionada por el estado de salud de sus componentes y a sus propios proyectos personales.
Después de superar sus problemas de salud vuelve con este proyecto, ¿qué nos vamos a encontrar?
–Algo nuevo. Esto no es Dogo y Los Mercenarios, es una nueva aventura de tres personas con toda la ilusión del mundo. La enfermedad que sufrí me ha hecho replantearme del todo mi vida. En estos casi dos años he tenido tiempo de pensar, componer y buscar nuevas ideas que plasmaremos en este proyecto.
‘Noche de Terciopelo y Cuero’ es un sugerente epígrafe, ¿qué significa?
–Hacía tiempo que quería cantar baladas. Siempre me gustó ese palo, eso es el terciopelo y el cuero, está claro que es el rock&roll que llevo en la sangre. También utilizaremos los medios tiempos para unir estos dos estilos.
¿Cómo piensa desarrollar esta nueva aventura?
–En principio el formato de trío a dos guitarras y voz es el ideal para salas y bares pero para festivales y grandes escenarios lo complementaremos con batería y bajo eléctrico. Es un proyecto totalmente independiente, lejos de discográficas y grandes productoras, al menos de momento. En primavera comenzaremos a grabar un primer disco. La participación en grandes festivales de toda la nación es un objetivo pero también tocaremos más íntimamente en bares y salas de conciertos. Todo el repertorio se basará en temas propios y alguna versión, siempre con toque muy personal.
¿Qué significa para usted el concierto de mañana en La Caja Negra?
–Es un punto y seguido en mi carrera, algo muy especial que me gustaría compartir con todo el público sevillano. Lo afronto con la ilusión de un principiante pero con la madurez que dan los miles de kilómetros recorridos en todos estos años y las vicisitudes que la vida pone en el camino. Después de estos dos años, digamos en stand bye y tras superar mi enfermedad, me siento con las fuerzas suficientes para comenzar una nueva aventura, asaltar los escenarios de todo el país y volver a experimentar las sensaciones que dan los estudios de grabación. Es la meta que persigo con gran ilusión.