Liderados por el clérigo chií Moqtada al Sadr, los manifestantes ocuparon la plaza Firdous (Paraíso), lugar en el que un jueves 9 de abril de hace seis años el mundo entero vio cómo un tanque estadounidense arrancaba la estatua gigante del derrocado Husein.
Agitando banderas de Irak y pancartas con eslóganes, miles de ciudadanos, la mayoría musulmanes chiíes, se han congregado a pesar de la persistente lluvia para pedir el fin de la ocupación militar de su país.
“No a la ocupación” y “Larga vida a Sadr”, en referencia al clérigo chií Moqtada al Sadr, son algunas de las consignas que gritan los manifestantes.
Al Sadr ha arengado a sus seguidores para participar en lo que ha llamado “la manifestación del millón de hombres”.