Un artista total y complejo. Los múltiples recovecos de su creatividad no tienen límites. Su arte es el resultado de un profundo pensamiento y de firmes convicciones que plasma en numerosos registros plásticos.
El pintor afincado en Málaga desde hace muchos años José María Córdoba explaya sus inquietudes estéticas por todos los rincones de la capital malagueña. Hoy es una buena oportunidad para descubrir un nuevo paso en su inagotable evolución expresiva. La galería Alfajar, en la calle Cister, exhibe la exposición titulada Arqueologías, mientras que la casa natal del genial Pablo Picasso exhibe una pieza del cordobés de sus fondos propios en la muestra sobre arte español en el siglo XX. Pero su paseo artístico por la ciudad no acaba aquí; inicia una nueva marcha hacia las salas del Ateneo de Málaga, en la calle Compañía, donde en el mes de abril se podrán conocer sus Escenas.
Esta especie de trilogía artística encuentra hoy un punto de inflexión con la inauguración en Alfajar de sus arqueologías artísticas. Papel de grabado recortado de forma irregular, como una pieza de la antigüedad se tratase, ofrece “singularidad” y “encanto” al conjunto que repasa su trayectoria como grabador desde sus inicios, a finales de los 70, hasta la actualidad. Los óleos sobre lienzo de factura reciente y los dibujos de técnica mixta sobre papel de acuarela con la mujer de plena actualidad reinterpretando los retratos de Julio Romero de Torres confieren ese punto de “mestizaje” y deconstrucción a su obra. La muestra en la Galería Alfajar se completa con una selección de nueve bronces de los últimos años, que juegan “interrelacionados” con el resto de piezas.
Esta versatilidad en pro del arte ya ha hecho parada en la casa natal del maestro Picasso, donde José María Córdoba comparte protagonismo y pared con las obras de grandes como Chillida, Miró, Tàpies o el Grupo Crónica. De la tierra, Enrique Brinkmman y Francisco Peinado, son sus aliados en la Plaza de La Merced.
Película
El Ateneo de Málaga albergará en el mes de abril una de las exposiciones del Festival de Málaga Cine Español. El artista ha cimentado sus ‘Escenas’ (título de la exhibición) en un total de sesenta “escenas imaginadas” de una película ficticia.
En este juego artístico que narra historias de un celuloide sólo en su subconsciente las nuevas tecnologías acaparan estas escenas. Los selfies de dos chicas cubistas desnudas mientras son observadas por un gato negro, una lectora vestida de art decó lee tumbada en un iPad son guiños a la tradición clásica mediterránea y a la mitología y una mirada al futuro. “Nuestra trayectoria, nuestras raíces, la cultura mediterránea y el clasicismo están muy presentes en mi obra”, asegura este cordobés afincado en la provincia hace 35 años.
Como una especie de storyboard, estas secuencias no filmadas reúnen las claves de su andadura creativa y ofrece las pistas para interpretar su producción plástica.
