El presidente del Consejo de Seguridad de la Unión Africana, Simeon Oyono Esono, ha dado un plazo de dos semanas a los militares que han perpetrado un golpe de Estado en Burkina Faso para que entreguen el poder a un gobierno civil o, de lo contrario, se impondrán sanciones.
"La Unión Africana está convencida de que el cambio ha sido contrario a la democracia", ha lamentado Simeon Oyono Esono, en declaraciones a los periodistas en Addis Abeba. Sin embargo, al mismo tiempo ha reconocido que Blaisé Compaoré abandonó la Presidencia por la "presión popular".
"Hemos tomado nota del origen de la revuelta que llevó a que el Ejército se hiciese con el poder, por lo que hemos establecido un periodo de dos semanas y, después, vamos a aplicar sanciones", ha advertido este dirigente.
El presidente interino de Burkina Faso, el teniente coronel Isaac Zida, ha asegurado este lunes que las Fuerzas Armadas entregarán el poder a un gobierno de transición encabezado por un líder de consenso, en un intento por calmar a quienes le acusan de haberse hecho con el poder con un golpe de Estado. Las nuevas autoridades, no obstante, no han establecido un calendario para el traspaso.