Así lo anunció ayer Rajoy en una intervención ante alcaldes y concejales del entorno de la central nuclear de Garoña en la que ha afirmado que el PP acudirá a las reuniones que el Gobierno pretende convocar para alcanzar un pacto por la energía.
El líder del PP precisó que su primera petición será que se anule el plan de cierre de Garoña porque perjudica a su entorno y a todos los españoles.
En este sentido, atribuyó a un “capricho sorprendente” del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la decisión de cerrar la planta atómica ubicada en el Valle de Tobalina, en el norte de la provincia de Burgos, “pese al informe favorable a su mantenimiento emitido por el Consejo de Seguridad Nuclear”
Para Rajoy, el cierre no se debe a razones de seguridad, ni a razones económicas, ni a razones medioambientales, porque se incrementará la emisión de CO2 a la atmósfera; ni tiene que ver con la dependencia energética, que tras el cierre sería aún mayor.
En su opinión, “la única razón del cierre” es que el presidente del Gobierno “lo ha decidido porque sí” en una postura que ha calificado “entre las más sorprendentes que ha tomado un dirigente político en los últimos años”.
plan para la zona
Ante un grupo de alcaldes y concejales de la zona, Rajoy ha recordado que todos los ciudadanos tienen que tener los mismos derechos y ha considerado que el anuncio de planes de revitalización para el entorno de la nuclear hasta el momento “no es nada”.
Sobre este asunto ha estimado que el único plan para la zona sería el mantenimiento de la central y ha considerado que un cierre de la planta atómica supondría incrementar en los próximos años la emisión de CO2 a la atmósfera en 36 millones de toneladas, e implicaría un coste de 1.600 millones de euros.
Según Rajoy, además la clausura de Garoña encarecería la luz y generaría una mayor dependencia energética exterior de la que ya tiene España. Para el presidente nacional del PP, en este momento en España “no hay política energética nacional”.