Sólo ver la plaza de la Iglesia llena de público, llevaría a pensar que el Domingo de Ramos ha llegado y se espera la salida de Columna. Pero hoy, antigua festividad del Viernes de Dolores, el público la ha llenado para ver la salida del Nazareno, ataviado con una túnica lisa, cíngulo plateado, corona y potencias de plata, para mostrar la sencillez propia de la Cuaresma.
El Regidor Perpetuo de San Fernando ha recorrido las calles acompañado de numerosos fieles y seguido por una larga penitencia. El párroco y director espiritual de la hermandad, el Padre Jesús Guerrero Amores, ha sido el encargado de dar lectura a las estaciones y varios hermanos a las meditaciones.
En el barrio de la Casería, el Cristo del Perdón ha estado en besapié en la iglesia de la Inmaculada, y tras una eucaristía, ha salido a la calle para presidir su anual vía crucis. La venerada imagen ha recorrido la feligresía de un extremo a otro y ha dejado bellas estampas ante el Hospital de Marina, con las cúpulas del Panteón de Marinos Ilustres. Allí, el pregonero de la Semana Santa, José Martín Pérez Jiménez, portaba al titular de la cofradía, como hizo también a la salida con el Regidor Perpetuo de San Fernando.
El barrio de San Francisco, también ha vivido el rigor y la seriedad del vía crucis de la cofradía de la Expiración, en el que han participado numerosos hermanos y feligreses. Al final del vía crucis, el Cristo de la Expiración ha sido entronizado en su paso, de cara a la salida del Jueves Santo.
Los sones de música de capilla, presentes en los tres vía crucis, encontraron en la iglesia del Carmen a la escolanía Santa Teresa de Jesús, de la hermandad del Santo Entierro, con el vía crucis del Cristo de la Salud, que ha recorrido el interior de la iglesia y el claustro del convento del Carmen.