La Fiscalía ha pedido ocho años de cárcel para un preso de la cárcel de Sevilla al que acusa de agredir y herir a cinco funcionarios del centro penitenciario y tres internos, a algunos de ellos con un 'pincho', a raíz de una discusión con los ocupantes de una celda próxima a la suya.
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla tiene previsto juzgar este lunes a E.B.N., para quien el Ministerio Público solicita cuatro años de prisión por un delito de atentado y otros cuatro años por un delito de lesiones con pérdida o inutilidad de un órgano o miembro no principal, ya que uno de los funcionarios sufrió la rotura parcial del tendón del bíceps del brazo izquierdo.
En su escrito de calificación, al que ha tenido acceso Efe, el fiscal también reclama para el acusado siete multas de dos meses con una cuota diaria de 10 euros, 4.200 euros en total, por otros tantos delitos leves de lesiones.
Los hechos ocurrieron sobre las 8:20 horas del 6 de mayo de 2017 cuando E.B.N., de 20 años, "se enzarzó en una discusión" con los internos de la celda 8 del Centro Penitenciario de Sevilla.
Primero pegó a J.R.N.G., al que agarró por el cuello "mientras portaba y esgrimía un objeto punzante metálico afilado en la punta y de 15 centímetros de longitud", según el escrito de la Fiscalía, y después "lanzó una puñalada en la mano y dos puñetazos" a R.C.R., que quedó inconsciente.
A continuación llegaron otros dos presos e intentaron sujetarlo, mientras que un funcionario de prisiones le ordenó que depusiera su actitud, pero el acusado "hizo caso omiso", por lo que el trabajador "tuvo que arrebatarle el objeto punzante empleando la fuerza" al mismo tiempo que E.B.N. gritaba "os voy a matar".
Después, el encausado golpeó con el codo en la cara a uno de los internos que había ido a reducirlo y, tras hacerlo caer al suelo, "le propinó varias patadas en la cabeza".
Otro funcionario inmovilizó "parcialmente" al agresor, que siguió gritando "lo mato, lo mato, a ese lo mato", y también intervinieron tres compañeros del primero, pero E.B.N. "forcejeó con todos ellos en la galería hasta que consiguió soltarse", momento en el que les dijo "venid de uno en uno, que os voy a reventar".
El procesado acabó siendo inmovilizado "con esposas y el uso de la fuerza física", pero aun así "siguió lanzando golpes con brazos y piernas" a todos los funcionarios "hasta que cayó al suelo".
Como consecuencia de estos hechos, un interno sufrió una herida punzante en el antebrazo izquierdo y otro acabó con dos lesiones similares aunque superficiales en el abdomen.
El funcionario peor parado, que acudió a reducir al interno y recibió un tirón en el brazo izquierdo, necesitó 72 días para estabilizarse de un traumatismo y una sinovitis en esa extremidad y de la rotura parcial del tendón del bíceps braquial, lesiones que lo obligaron a pasar por el quirófano para la realización de una plastia.